Reseña: Las Chicas - Emma Cline

¡Hooooola mis queridos corazones! ¿Cómo están? ¿Qué tal estuvieron sus vacaciones? Espero que muy bien, y con todas las pilas recargadas para comenzar con todo el ánimo del mundo este mes de marzo. Y qué mejor que comenzar el mes con una buena lectura; es por eso que les traigo la reseña de "Las Chicas" de Emma Cline, o cómo a mí me gusta llamarla, mi mejor lectura de verano ❤

Las Chicas 
The Girls 
Emma Cline 
Anagrama 
308 páginas 
978-84-339-2807-8
Goodreads 

California. Verano de 1969. Evie, una adolescente insegura y solitaria a punto de adentrarse en el incierto mundo de los adultos, se fija en un grupo de chicas en un parque: visten de un modo descuidado, van descalzas y parecen vivir felices y despreocupadas, al margen de las normas. Días después, un encuentro fortuito propiciará que una de esas chicas, - Suzanne, unos años mayor que ella -, la invite a acompañarlas. Viven en un rancho solitario y forman parte de una comuna que gira alrededor de Rusell, músico frustrado, carismático, manipulador, líder, gurú. Fascinada y perpleja, Evie se sumerge en una espiral de drogas psicodélicas y amor libre, de manipulación mental y sexual, que le hará perder el contacto con su familia y con el mundo exterior. Y la deriva de esa comuna que deviene a una secta dominada por una creciente paranoia desembocará en un acto de violencia bestial, extremo... 

 ¿De qué trata? 

Conozcamos la historia de Evie, una chica de catorce años que se enfrenta a una cruda sociedad, hecha para crear en su interior inseguridades, miedos y estereotipos que ni siquiera alcanzan la realidad ¿Qué pasa entonces cuando conoce a un par de chicas que se sienten libres de todo lo que se almacena en su interior? Cuando Evie conoce a Suzanne y a sus amigas, una especie de fascinación y ansias cubren su antiguos miedos, y se une a las chicas, quienes viven en un roñoso rancho a las afueras de la ciudad, en conjunto con Rusell, un tipo que se cree el hoyo del queque y que busca crear una especie de comunidad hippie donde él mande. 

En un principio, para Evie todo es una maravilla, una nueva experiencia, sin embargo, con el pasar del tiempo ciertos hechos pondrán en jaque la comunidad de Rusell y demostrarán la verdadera naturaleza de quienes viven en el rancho. 

Opinión personal. 

Leer el libro fue una experiencia maravillosa y perturbadora en partes iguales. 

Resulta que la historia está inspirada en la brígida y macabra secta de Charles Manson, que se hizo famosa durante la década de los 60' por el asesinato de Sharon Tate y otro grupo de actrices, el 9 de agosto de 1969. En este sentido, Evie se iría insertando en el Rancho unos meses antes de que todo el tema del asesinato se realice, enfocando toda su atención y devoción a las chicas de la comunidad, especialmente en Suzanne, la más cercana a Rusell.

Tanto la trama como la prosa de la autora son fantásticas. Emma Cline sabe mantener una historia basada en el morbo psicológico, el autoconocimiento y la realidad social de los 60' sin necesidad de enfocarse en los sucesos más feos del Rancho, sino que desviando la atención hacia las mujeres de la comunidad. Suzanne, Helen y todas las demás. Cómo ellas sacan adelante el rancho, traen a la gente, y al mismo tiempo, cómo pueden estar en la palma de la mano de Rusell, siguiéndolo bajo cualquier circunstancia y haciendo hasta lo imposible para mantenerlo feliz y contento. 

En este sentido, la relación entre Suzanne y Evie es decisiva para entender tanto las dinámicas del rancho como con el mismo Rusell. Al final, es Suzanne quién tiene la real importancia en la historia (en realidad es importante para Evie, ya que ella narra todo), desde el momento en que se cruza en el parque con Evie, produciendo una fascinación casi enfermiza en ella, lo que hace que termine siendo parte de todo esta comunidad enfermiza. 

Evie, nuestra protagonista, no es un personaje hecho para empatizar con facilidad. No, claro que no. A lo largo de la historia logramos conocer a una chica insegura y enojada con el mundo, con todo lo que la rodea sin necesidad de tener un motivo para hacerlo; toda esta rabia e inseguridad fluyen destruyendo todo a su alrededor, incluyéndose a ella misma al ingresar a la comunidad del rancho. El hechizo sórdido que el Rancho provoca en ella es como una línea de pólvora dirigida hacia una toneladas de dinamitas; y la manera en que la autora maneja y mantiene está tensión es impresionante: el juego psicológico que hace con Evie es el punto central de toda la novela, dejando ver una de las críticas feministas más fuertes que he leído en lo que va del año. 

Y es que en el libro hay caleta de feminismo. Emma Cline hace de la historia una crítica al patriarcado, cosiendo una visión del patriarcado que nace desde la cotidianidad de Evie: los estereotipos femeninos, la violencia machista cotidiana hasta los mitos del amor romántico. Me atrevería a decir que hasta la perspectiva del libro hace que está crítica sea más fuerte; Cline no se enfoca en la carismática y enferma personalidad de Rusell o en todos los planes para llevar a cabo el asesinato, se enfoca en las chicas, en sus personalidades, sus deseos, sus miedos, su búsqueda de libertad en un mundo que las asfixia con cadenas, jaulas y violencia.

"Pobre Sasha. Pobres chicas. El mundo las engorda con la promesa de amor. Cuánto lo necesitan, y qué poco recibirán la mayoría de ellas. Las canciones pop empalagosas, los vestidos descritos en los catálogos con palabras como "atardecer" y "París". Y luego les arrebatan sus sueños con una fuerza violentísima; la mano tirando de los botones de los vaqueros, nadie mirando al hombre que le grita a su novia en el autobús".

Rusell, en este sentido, es un mero acompañamiento de toda la historia. A pesar de que su desarrollo es un tanto borroso en comparación al de Evie o Suzanne, sí que queda clara la manera en que, mediante su personalidad, creó y manipuló a toda esa gente en el Rancho, quienes, a pesar de todo lo malo que tenía, se quedó para apoyarlo hasta el final. Es muy brígido, porque todo lo nefasto está frente a tus ojos, todo el mundo lo sabía, y lo vivía en carne propia, pero se quedaba, con la esperanza a flor de piel, esperando una especie de redención que sólo les llegaría a ellos, los protegidos del Rancho. 

Para ir terminando con la reseña, destacó muchísimo también el juego temporal que tiene el libro. Evie nos narra la historia como una especie de recuerdo vívido, luego de unos veinte o veinticinco años de lo sucedido, justo cuando llega el hijo de un amigo suyo junto a su novia. La historia no solo se centra en el Rancho, sino que también en las secuelas, las culpas y la presión social de que todos a tu alrededor sepan que fuiste parte de una secta asesina. 

En fin, recomiendo muchísimo la historia, y también a la autora. Las Chicas es la primera novela de Emma Cline. Espero con muchas ganas su próxima novela, porque se nota todo el talento que ella tiene para escribir y crear historias tan maravillosas y crudas. Creo que queda un poco claro que mi puntuación son cinco patitos, totalmente merecidos para esta joyita contemporánea. 

¿Ustedes lo han leído? ¿Qué les pareció? No olviden ponerlo en los comentarios ❤

Sobre la autora.

Emma Cline, oriunda de California, Estados Unidos, con solo 27 años ha logrado catapultarse como una de las autoras más importantes del último tiempo. Licenciada en Bellas Artes en la Universidad de Columbia, comenzó su camino en la escritura con pequeños trabajos de ficción y ensayos en revistas como The New Yorker y Tin House. Fue en el 2016 cuando publicó su primera novela, "Las Chicas", que se convirtió en una de las novelas más vendidas y comentadas del último tiempo, ganando muchísimos premios como el "Shirley Jackson Award". 

Un abrazo y un beso enorme para todos. Nos leemos pronto ✌❤

                                                                                                                                             Val.